Investigadores del Centro Tecnológico Forestal y de la Madera de Asturias (CETEMAS), centro asociado a ANEPROMA, han caracterizado las propiedades resistentes de la especie Castanea sativa (castaño) de procedencia española.
Este hecho ha permitido que el castaño quede recogido en la norma UNE 56546, Clasificación visual de la madera aserrada para uso estructural. Madera de frondosas, permitiendo la clasificación y certificación de esta especie para uso estructural bajo el amparo de un Marcado CE.
En función de las características y singularidades y espesor de las piezas de madera de castaño se ha concluido que puede hacerse dos clasificaciones visuales MEF (para maderas de canto menor o igual de 70 mm) y MEF-G (para madera de canto mayor de 70 mm) que dan correspondencia a dos clasificaciones resistentes D24 y D27, respectivamente, que son las utilizadas por los técnicos para el diseño y cálculo de las secciones finales de las estructuras.
Hasta hace pocos meses el uso del castaño no estaba regulado en la construcción, debido a que no existía clasificación recogida en una normativa y, por lo tanto, no era posible relacionarlo con una clase resistente indicada en el Código Técnico de la Edificación.
Gracias a los investigadores del Centro Tecnológico Forestal y de la Madera de Asturias, CETEMAS que han liderado un proyecto de investigación durante años, en colaboración con empresas como MADERAS ÁNGEL SUÁREZ, S.A. asociada a ANEPROMA, y especializada en el aserrado de castaño y roble, así como el tratamiento preventivo de la madera mediante autoclave, han conseguido realizar el ensayo en más de mil piezas de castaño.
En el proyecto han colaborado el CUS-Madera e Incafust